Titulo
INICIO
FIHAS
ARTICULOS
VARIOS
FUERZAS ARMADAS ESPAŅOLAS
FORO
VIDEOS
FONDOS DE PANTALLA
ENLACES
REDACTORES
CONTACTO





Pasivos

T-72
Imagen de un T-72 tomada con una cámara infraroja. Nótese como resalta el motor
Basándonos en la sencillez, a los teledirigidos deberían seguirles los pasivos. No obstante en este caso se produce un gran salto técnico ya que en estos misiles se prescinde de cualquier actuación externa y humana siendo totalmente automáticos. Aquí el misil se limita a recibir algún tipo de radiación que el objetivo emita para poder guiarse hasta el mismo. Para ello dispone de diferentes tipos de detectores sensibles a una determinada longitud de onda del espectro electromagnético. El tipo de radiación más común es la infrarroja, y es que la emiten todos los cuerpos cuya temperatura sea superior a los -273 ºC. Cuanto mayor sea la temperatura, mayor será la firma IR del cuerpo (Se usa el término “firma” para definir la emisión o capacidad de reflexión de un cuerpo a una determinada longitud de onda). Por lo general la mayoría de objetivos militares (Vehículos terrestres, aviones y barcos) son metálicos y poseen un motor térmico. Estas dos características les dota de mayor emisión IR que el entorno que les rodea haciendo que resalten en los sensores. En el misil, la radiación entra a través de unas lentes especialmente acondicionadas para trabajar en esa longitud de onda y que la focalizarán optimizando el rendimiento del sensor.

Existen tres tipos de buscadores IR cuyo funcionamiento es aplicable a los que funcionan con longitud de onda ultravioleta y que en este caso, en vez de buscar esa longitud de onda, buscan la ausencia de la misma, es decir, la sombra que en ella provoca el objeto. El primer tipo es el más básico y se conoce como Spin-scan (Escaneo por giro). En esta variante, la radiación ya focalizada va a parar a un disco perforado que gira a una determinada velocidad. El misil, conociendo la forma en la que la radiación llega al disco, la posición de las perforaciones, y cuando incide ésta en el sensor, estimará la ubicación del objetivo, enviando las pertinentes ordenes al sistema de control.

Un derivado de este sistema sustituye el disco por un sistema de espejos y es conocido como Conical-scan (Escaneo cónico). Una vez focalizada la radiación, es enviada a un espejo oblicuo giratorio. En una sola vuelta, a medida que gira, el espejo irá enfocándola dentro de la carcasa del misil, hasta que en cierto punto de la vuelta, ésta incida en el sensor. En ese momento se produce un pulso enviado al sistema de control. El espejo continuará girando y la radiación volverá a enfocarse en cualquier otro lugar hasta que de nuevo vuelva a incidir en el sensor. En esta ocasión la posición del espejo cuando se produce el impulso habrá variado con respecto a la anterior en caso de que el objetivo se mueva. Ese cambio es procesado por el sistema de control y basándose en el cambio de posición, podrá estimar en tiempo real tanto la posición del objetivo como su rumbo más inmediato. Obviamente, el espejo gira a bastante velocidad con el fin de precisar todo lo posible la posición. Diagrama.

Python 4
El Python 4 se sirve de la mecanización del sensor con el fin de detectar objetivos desde un ángulo mayor. Nótese como el detector sobresale
El último sistema es el más avanzado y eficaz. En el Image Seeker (Buscador por imagen), también conocido como I2R, el sensor es el que hace todo el trabajo. Este consiste en varios sensores pequeños. Tras ser focalizada, la radiación incide en diferentes puntos de la superficie de la placa de sensores, activando sobre los que incida (Pulso) y quedando inertes los que no reciban energía alguna. De esta manera, se forma un mapa de puntos, y a medida que el objetivo se mueva, éstos también lo harán. En base a como se muevan (Unos envíen pulsos y otros dejen de enviarlos) el sistema de control podrá estimar posición y dirección del objetivo. Otra ventaja de este sistema es que con un software avanzado, se pueden detectar otros parámetros como la forma del objetivo y con ello identificar sus puntos flacos previamente programados. Finalmente, señalar que en los misiles de última generación, al ser muy simple el Image Seeker mecánicamente hablando, se opta por hacerlo móvil con el fin de aumentar el ángulo de detección del misil y así evitar que todo el conjunto tenga que moverse para poder detectar las emisiones.

Vistos los buscadores IR, el resto guías de misiles pasivos se explica más fácilmente. En los misiles denominados Anti-radiación, el buscador lo conforman unas antenas sensibles a una determinada longitud de onda dentro del espectro del radar. El misil es lanzado contra una fuente de radar, y el sistema de control, basándose en cual de las antenas recibe energía de forma más intensa (Son varias, y cada una solo recibirá en un determinado ángulo), estimará la posición. Cuando todas las antenas reciban ondas de radar con igual intensidad, significará que el misil va directo hacia su objetivo. La última posibilidad de guía en misiles pasivos es la de televisión. En este caso, esta es idéntica al buscador IR “Image Seeker”, solo que en este caso, los sensores serán sensibles a la luz visible. Básicamente es una cámara de TV.

Bengala
F-15 lanzando bengalas
En el campo de las contramedidas aplicables a este tipo de misiles encontramos gran variedad. Conviene distinguir entre contramedidas activas y pasivas. Las primeras actúan directamente contra el misil, mientras que las segundas intentan desviarlo por otros medios. Como ejemplo más claro de las activas encontramos el anterior sistema de destruir al misil, aunque existen otros medios. En el caso de misiles con guías IR o TV, sus detectores suelen ser muy sensibles con el fin de captar el máximo de radiación, por lo cual una “sobredosis” de ésta podría neutralizarlos. Para este fin sin duda lo idóneo es el láser, ya que es sumamente preciso y eficaz contra este tipo de sensores. Un pulso de láser que incida directamente contra la cabeza buscadora la cegará permanentemente o al menos el tiempo suficiente para que el misil pierda irremediablemente su objetivo. Otras posibilidades que ya entrarían en el campo de las pasivas es la de ofrecer falsos blancos que emitan en la longitud de onda que el misil busca. El ejemplo más habitual son las bengalas. Estas están especialmente diseñadas para emitir una fuerte radiación IR. Son lanzadas a una distancia prudencial del objetivo de forma que al misil se le presentaran de golpe un gran número de nuevos blancos posibles. Si casualmente una de ellas logra engañarlo éste la perseguirá olvidando al blanco. Obviamente el blanco realizará maniobras evasivas a medida que las suelta con el fin de facilitar esta posibilidad. Una variante de las bengalas y que suele usarse en blancos pequeños y poco ágiles como los carros de combate, frente a misiles IR es la de crear una nube a su alrededor de aerosol caliente que difumine la firma infrarroja del mismo.

Por su parte, los misiles también incorporan contra-contramedidas con el fin de hacerlos inmunes a éstas. Frente a las pasivas, suelen usarse discriminadores con el fin de diferenciar entre objetivo real y contramedidas. Por ejemplo, algunos incorporan detectores capaces de identificar los compuestos químicos de las bengalas, otros detectan su aceleración ya que una vez lanzadas, las bengalas reducen su velocidad al carecer de propulsión propia. Por su parte, los objetivos de los misiles anti-radiación, la defensa más eficaz que pueden poner en práctica es apagar su radar y si son móviles, alterar a su vez la posición. Con respecto a la defensa ante misiles de guía TV, lo mejor es crear una cortina de humo.

Comentado esto me gustaría puntualizar un hecho en el que mucha gente suele estar mal informada. Una vez que un misil pierde a su blanco, ya sea por acción de las contramedidas o cualquier otra cosa, éste ya no vuelve a engancharlo a no ser que el blanco vuelva a pasar por su campo de detección, cosa que por supuesto este último evitará. Es decir, el misil siempre se aproxima a su blanco a una velocidad muy superior, a no ser que ya esté próximo al máximo de su rango. Si éste se desvía o le pasa de largo, no da media vuelta para buscarle. Simplemente intentará buscar uno nuevo en su trayectoria. Esta característica si la poseen los torpedos, que tras ejecutar la ruta programada, si no encuentran nada o si su blanco les evade, estarán dando vueltas sobre la zona hasta agotar su energía. No obstante, si existe un misil capaz de girar en busca de su blanco si ha herrado la primera pasada, pero no deja de ser la única excepción. Es el israelí Pitón 4 que en caso de fallar y conservar suficiente energía, intentará un segundo acercamiento.


Semi-activos

Apache
Supresores IR en las salidas de las turbinas del AH-64. Arriba podemos ver tambieén el perturbador IR
El uso de misiles semi-activos ofrecía una alternativa para seguir al objetivo usando otro tipo de radiación que no emitiese. Aunque el método pasivo puede parecer el idóneo presenta algunas carencias. Las longitudes de onda en las que emiten los blancos (Luz visible e infrarrojo) no son muy energéticas lo que provoca que éstas viajen poco recorrido con suficiente intensidad como para ser detectadas y además, los ingenieros suelen incluir en sus diseños supresores IR con el fin de reducir al mínimo la firma infrarroja. En cambio, las plataformas lanzadoras podían equipar grandes y potentes equipos de radar con los que iluminar al objetivo y que éste reflejase esas ondas llegando de nuevo al misil con suficiente intensidad. No obstante una cabeza buscadora de radar pasivo es más cara que una IR, por eso, el sistema de guía radar/semiactivo ha sido relegado a misiles de mayor rango, ya que aún siendo un coste mayor, siempre prevalecerá el hecho de poder atacar a alguien a la máxima distancia posible, básicamente para poder hacerlo antes de que tu oponente lo haga contigo.

Las antenas de radar también son más complejas que los sensores IR y que la de los anti-radiación normales teniendo que entrar en fundamentos de electrónica para su explicación por lo que la omitiré. No obstante si que trataremos fugazmente la teoría del radar para entender como funciona el conjunto y las contramedidas posibles.

La gran mayoría de radares, principalmente los antiaéreos, se basan en el efecto Doppler. Esto es que detectan al blanco en base a que se mueva con respecto al radar. Un ejemplo de este efecto es cuando estando en la acera, pasa junto a nosotros una ambulancia a velocidad considerable. La frecuencia en la que oímos su sirena es más aguda cuando se acerca y más grave cuando se aleja. Esto es por la compresión de sus ondas. Lo mismo pasa con el radar y es ese cambio lo que hace posible la detección del objetivo. Esto suele usarse en radares aéreos, pero en radares destinados a la detección de objetivos que puedan ser estáticos se utiliza otro método. Teniendo en cuenta que el sistema de guía radar semi-activa suele usarse en misiles Aire-Aire, nos ceñiremos a los radares de efecto Doppler también conocidos como de pulso (Los otros son de onda continua). Por parte de contramedidas activas, tenemos las ECM (Electronic Counter Measures, contramedidas electrónicas). Están formadas por antenas que emiten en las mismas longitudes de onda que el radar de la plataforma del misil pero con pequeñas variaciones. Por ejemplo, emitirán más intensamente con el fin de que el misil se guíe por ellas, pero variando la frecuencia de los pulsos, así el misil pensará que está más lejos o más cerca calculando mal la posición del objetivo y errando. Otra opción es la de saturación que consiste en emitir a máxima potencia inutilizando el receptor y cegándolo. Al igual que los IR, los misiles más modernos incorporan resistencia frente a las ECM.





Anterior - 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - Siguiente