En lo que refiere a las guerras de Corea y Vietnam, fueron marcadas principalmente por el desarrollo nuevas aeronaves navales, lo cual generó el desarrollo de nuevos y mayores portaaviones, así como la extinción de los acorazados, permaneciendo en reserva solamente los americanos clase “Iowa”. En Corea hizo su aparición el avión de ataque Douglas AD “Skyraider”, el cual presto servicios durante más de 20 años, junto con el Vought F4U “Corsair”, operando desde el portaaviones americano “Valley Forge”; posteriormente llego al teatro de operaciones el portaaviones británico “Triumph”, desde el cual operaban el Supermarine “Seafire”, el Fairey “Firefly” y el Hawker “Sea fury”. Estas aeronaves realizaron principalmente ataques a aeródromos y a las vías de comunicaciones terrestres para interrumpir las excesivamente largas vías de aprovisionamiento norcoreanas. Así mismo este enfrentamiento marco el fin de una era con la aparición de los primeros reactores embarcados los americanos Vought F8U “Crusader” y McDonnell F4H “Phantom II”, los británicos Supermarine “Attacker” y De Havilland “Sea Venom”. En esta época hicieron su aparición los portaaviones americanos de la clase “Forrestal”. También se comenzó a utilizar al helicóptero en funciones de transporte y rescate de heridos, se destacaron principalmente, los americanos Bell H-13 “Sioux” y Sikorsky H-19 “Chickasaw”.
A-4 Skyhawk
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En este periodo también hicieron su aparición los buques propulsados por energía nuclear como ser el crucero americano clase “Long Beach”, (desp.: 15500 ton., eslora: 220 mts.), siendo el primer buque de superficie con este tipo de propulsión, iniciando con ello el desarrollo de una nueva clase de unidades especializadas en la utilización de una nueva arma: los misiles. En esta época comenzó también la renovación de una de las armadas más grandes del mundo, la de la Unión Soviética; en ese momento esta fuerza que era básicamente una fuerza de defensa costera, comenzó a iniciar una renovación con vista a proyectar su poderío a nivel mundial. Con este fin fueron desarrollados los cruceros lanzamisiles clase “Sverdlov” (desp.: 17000 ton., eslora: 210 mts.). En cuanto a los destructores, el concepto de este tipo de unidades heredado de la segunda guerra mundial se mostró como obsoleto, pasando sus funciones a ser desempeñadas, en la mayor parte de los casos por las fragatas, como por ejemplo la clase americana “Garcia” (desp.: 2620 ton., eslora: 126 mts.), la inglesa clase “Tipo 12” (desp: 2500 ton., eslora: 113 mts.) y la soviética clase “Petya” (desp: 950 ton., eslora: 82 mts.).
En el caso de los submarinos, se pueden diferenciar dos grandes clases que se mantienen aun hasta nuestros días, los submarinos de ataque y los submarinos misilisticos. En el primer caso los primeros submarinos americanos con propulsión nuclear fueron de la clase “Skipjack” (desp: 3075 ton., eslora: 77 mts.), los ingleses clase “Valiant” (desp: 4400 ton., eslora: 87 mts.) y los soviéticos clase “Echo”(desp.: 4500 ton., eslora: 115 mts.); las principales funciones de estos buques son la caza y destrucción de los submarinos misilisticos enemigos, para lo cual pueden permanecer en inmersión gran espacio de tiempo (hasta 6 meses en el caso de los americanos), desarrollar altas velocidades bajo superficie produciendo muy poco ruido (hasta 30 nudos) y alcanzar grandes profundidades (500 a 600 mts.). En el segundo caso, estos submarinos junto con los misiles SLBM (Misiles Balísticos de Lanzamiento Submarino) que transportan se han convertido en un escudo protector para ambos bloques (OTAN-Pacto de Varsovia), con vastas zonas oceánicas para surcar en largas y solitarias patrullas en inmersión, Los americanos alistaron inicialmente la clase “Benjamin Franklin” (desp: 7250 ton., eslora: 130 mts, arm.: 16 SBLM Polaris A2), los soviéticos, la clase “Yankee” (desp: 7700 ton., eslora: 130 mts., arm.: 16 SS-N-5 “Serb”), y los franceses, clase “Le Redoutable” (desp.: 8045 ton., eslora: 129 mts., arm.: 16 SBLM M-1).
El siguiente conflicto de importancia, en el cual se enfrentaron fuerzas básicamente
armadas con tecnología occidental, y en el que recibieron su prueba de
fuego nuevos sistemas de armas, fue en la guerra de Malvinas. En este, breve
pero no menos cruel hecho bélico, se produjeron los hundimientos de diversos
buques por el empleo de distintas armas. El empleo del helicóptero naval,
como arma ofensiva quedo demostrado con el ataque exitoso por parte de un Westland
“Wessex” armado con cargas de profundidad contra el submarino argentino
“Santa Fe”, el cual fue abandonado por su tripulación con
importantes averías. El buque argentino más importante hundido
durante este conflicto fue el crucero “General Belgrano”, el cual
fue atacado por el submarino británico “Conqueror” mediante
el lanzamiento de 4 torpedos antibuque Mk 8, un tipo de torpedo anterior a la
segunda guerra mundial con una cabeza de guerra de 340 kg. de explosivos, de
los cuales solo dos impactaron sobre el blanco, hundiéndose el mismo
dos horas después del ataque arrastrando consigo 300 hombres al fondo
del mar.
Wessex británico
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Pero quienes llevaron la peor parte, en cuanto a la cantidad de buques averiados y/o hundidos, fueron los británicos; el “Antrim” y el “Glamorgan” (clase “County”) resultaron dañados; el “Coventry” y el “Sheffield” (clase “Tipo 42”) fueron hundidos y el “Glasgow” resulto seriamente dañado; el portaaviones “Invincible”, también resulto dañado, debiendo retirarse del teatro de operaciones. Las fragatas “Ardent” y “Antelope”, fueron hundidas y la “Arrow”, seriamente averiada, todas ellas de la clase “Tipo 21 o Amazon”; los buques de desembarco logístico (LSL) “Sir Galahand” (hundido) y “Sir Tristram” (averiado) de la clase “Sir Lancelot”; así como otras unidades de apoyo.
Mientras en el Atlántico Sur, se enfrentaban estas dos naciones, en el resto del mundo el desarrollo de los buques y sus sistemas de armas y comunicaciones alcanzaban los conocimientos tecnológicos que forman parte de nuestra rutina diaria, por llamarlo de alguna forma. Los EE.UU., como principal exponente de la tecnología occidental, diseñaron distintas clases de buques, así como sistemas de armas, basados en su mayoría en el empleo de informática y rayos láser e infrarrojos aplicados al control de fuego tanto de la artillería como de los misiles. De esta forma, se puede ver en los enfretamientos de superficie helicópteros guiando los misiles lanzados sobre un blanco que se encuentra a decenas de millas por detrás del horizonte, o en el caso de ataques contra tierra a los mismos misiles impactando contra blancos iluminados por agentes infiltrados profundamente en territorio enemigo. Estos misiles pueden haber sido lazados por ejemplo desde cruceros de la clase “Ticonderoga” (desp: 9600 ton., eslora: 173 mts.), destructores de la clase “Spruance” (desp: 5826 ton., eslora: 171 mts.) o fragatas de la clase “Oliver Hazzard Perry” (desp.: 2769 ton., 136 mts.); y orientados por helicópteros como el Sikorsky SH-60B “Seahawk”. Los cuales pueden estar operando desde cualquiera de estos buques o desde portaaviones como los clase “Nimitz” (desp: 81600 ton., eslora: 333 mts.), los cuales sirven como plataforma de lanzamiento de aeronaves navales como el caza interceptor Grumman F-14 “Tomcat”, el avión de ataque McDonnell Douglas F/A-18 “Hornet” o el avión de control y alerta temprana Grumman E-2 “Hawkeye”, mientras que la guerra antisubmarina es realizada por el helicóptero Sikorsky SH-3 “Sea King”. Un importante aporte a la aviación naval embarcada lo ha realizado Gran Bretaña con el desarrollo del avión de despegue vertical BAe “Sea Harrier”, con el cual han dotado a sus portaaviones y los portahelicopteros de asalto anfibio americanos clase “Iwo Jima” (desp.: 18300 ton., eslora: 184 mts.). Los submarinos de ataque clase “Los Ángeles” (desp.: 6000 ton., eslora: 110 mts.) y los submarinos lanzamisiles clase “Ohio” (desp.: 16764 ton., eslora 171 mts.) armados estos últimos con 24 misiles Trident I C4, representan una fuerza de disuasión importante. El principal avión de patrulla marítima y lucha antisubmarina basado en tierra es el Lockheed P-3 “Orion”.
Por otro lado la Ex-URSS, presentaba una amplia gama de unidades de las cuales las clases más características son: los cruceros “Kirov” (desp.: 25000 ton., eslora 248 mts.), los destructores “Sovremenny” (desp.: 6200 ton., eslora: 156 mts.), las fragatas “Krivak II” (desp.: 3800 ton., eslora: 124 mts.) y los portaaviones “Kiev” (desp.: 36000 ton., eslora: 275) desde los cuales operan los cazas de despegue corto Yakovlev Yak-38 “Forger” y los helicópteros Kamov Ka-25 “Hormone” y Ka-32 “Helix”. En lo que a submarinos se refiere contaban con varias clases siendo los más veloces (en inmersión) los submarinos de ataque “Alpha” (desp.: 2800 ton., eslora: 81 mts.) que alcanzan 45 nudos y los submarino misilisticos “Typhoon” (desp.: 26000 ton., eslora: 170 mts.) los cuales son los más grandes del mundo, armados con 20 misiles SS-N-20. El avión de reconocimiento marítimo de largo alcance más utilizado por esta potencia era el Tupolev Tu-20 (Tu-142) “Bear”.
De esta manera hemos llegado al final del siglo 20, el cual nos ha deparado un alto nivel de desarrollo tecnológico, en el cual se conjugan el empleo racional del armamento de cada buque como unidad y el de todos los componentes de una fuerza operativa, además de la información obtenida sobre el enemigo por medio de la observación directa lograda por medio de las aeronaves que la integran y los radares y satélites que actualmente orbitan nuestro planeta.