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El avance hacia Monte Kent

El avance sin oposición de los británicos desde San Carlos hasta las proximidades de Puerto Argentino, a cincuenta millas de distancia, merece ser señalado sólo por la temeridad con que estos afrontaron esa travesía a pie, sobre terreno rugoso y bajo terribles condiciones meteorológicas. La falta de movilidad como para satisfacer las requerimientos logísticos y tácticos simultáneamente, determinó que el avance se hiciera a pie o que no fuera posible hacerlo. El planeamiento que se había hecho para la ofensiva terrestre, estaba basado en la idea de que el avance de la fuerza debía cumplirse mediante saltos de rana, utilizando helicópteros para mover tropas y equipos sobre el difícil terreno. La imprevista alta demanda de los escasos helicópteros disponibles, para efectuar tan sólo el aprovisionamiento de las tropas y la pérdida de los tres grandes Chinooks en el Atlantic Conveyor, hizo tomar rápida conciencia de que el avance hacia Puerto Argentino debía efectuarse por otros medios.


El desembarco en Fitzroy (Bluff Cove)

Al arribo de los refuerzos (Quinta Brigada) a Malvinas, los británicos enfrentaron la decisión de su oportuna utilización para el avance hacia Puerto Argentino. Las dos alternativas básicas eran conservarlos embarcados como una reserva para apoyar cuando fuera conveniente a las fuerzas que estaban ya operando, o usarlas en un segundo desembarco, fuera al noreste y suroeste de Puerto Argentino, a fin de abrir un segundo eje de avance sobre el objetivo. Dada la falta de recursos, principalmente armas antiaéreas para apoyar un segundo desembarco, esta idea fue inicialmente rechazada y elementos de la Quinta Brigada comenzaron a ser desembarcados en San Carlos el 1° de junio.

Antelope
Ataque contra el HMS Antelope
Como frecuentemente ocurre en las guerras, imprevistos eventos guiaron la subsiguiente toma de decisión para el empleo de la Quinta Brigada: el plan tentativo era que elementos de la Quinta Brigada se trasladaran de San Carlos a Fitzroy vía Goose Green para formar la punta de lanza más al sur del avance final sobre Puerto Argentino desde esa posición. En un principio se había pensado que el movimiento inicial hasta Goose Green podría ser hecho con helicópteros, pero ello como se comprobó en seguida, resultó imposible porque la totalidad del puente aéreo disponible era requerido para apoyar la Tercera Brigada de Comandos, que en ese momento se movía hacia Monte Kent y Puerto Argentino desde el oeste noroeste. En lo que puede calificarse como un arrojado movimiento o también como una grave demostración de irresponsabilidad, elementos del Segundo Batallón de Paracaidistas que se mantenía en descanso en Goose Green luego de la batalla que allí se realizara, se desplazaron en helicópteros británicos obtenidos mediante un golpe de mano hasta Fitzroy e hicieron allí un desembarco sin oposición en las últimas horas del 1° de junio. Esto enfrentó a los planificadores británicos con una espada de dos filos. Por una parte la posición de Fitzroy obtenida sin bajas representaba un significativo salto hacia el objetivo final. Por otra parte, el Segundo Batallón estaba ahora expuesto a ataques enemigos o bombardeo a millas del más cercano apoyo británico. La idea de consolidar la posición del 2 Batallón de paracaidistas en Fitzroy guió el pensamiento durante los días subsiguientes.

Sir Galahad
Naufragio del Sir Galahad
Enfrentados con insuficiente apoyo de helicópteros para mover el resto de la Quinta Brigada sobre el abrupto suelo entre San Carlos y Fitzroy, y con el requerimiento de reforzar la posición británica en Fitzroy lo antes posible, a disgusto, los planificadores decidieron recurrir a un movimiento por mar. Así la duda británica sobre la conveniencia o no de efectuar un segundo desembarco, había sido disipada por el curso de los acontecimientos. El intento de desembarco en Fitzroy se convirtió en un desastre. La operación se realizó utilizando sólo buques auxiliares de desembarco sin apoyó antiaéreo o de comando y control de unidades navales principales. La coordinación con las fuerzas ya ubicadas en Fitzroy fue inexistente. En la tarde del 8 de junio el LSD Sir Galahad sin protección antiaérea, fue atacado por la aviación argentina mientras desembarcaba tropas, en la Bahía de Fitzroy, lo que significó la pérdida de 51 hombres.


Fitzroy desde la perspectiva argentina

Fitzroy
Soldados británicos en Fitzroy
Desde el punto de vista argentino, el análisis de Fitzroy se centró sobre el tema de por qué las fuerzas argentinas de tierra no aprovecharon las ventajas que les daba el exitoso ataque aéreo contra las fuerzas británicas en Bluff Cove y Fitzroy y contraatacaran. Los jefes militares argentinos en Malvinas, racionalizaron su decisión de no efectuar ese ataque, diciendo que Bluff Cove estaba a 16 km. hacia el suroeste. Una avanzada de tropas británicas se hallaba entre Puerto Argentino y Bluff Cove. El Ejército argentino en Malvinas contaba sólo con artillería de 105 mm con alcance de 10 a 12 Km. Había dos o tres piezas de 155 con alcance de 20 Km., pero eran insuficientes para apoyar una acción a 16 Km. de la base de Puerto Argentino. Hubiese sido necesario retirar un batallón de la defensa de Puerto Argentino y esa unidad hubiera sido atacada por las fuerzas británicas de cobertura, mientras enfrentaban al batallón que desembarcaba. Por último, el batallón ubicado como para efectuar ese movimiento, hubiera sido el 5° de Infantería de Marina una unidad de elite que hubiera debido dejar su posición clave en la cima de Tumbledown Mountain. La verdad es que por dos veces la victoria pendió de un hilo, en Goose Green y en Bluff Cove y los argentinos no supieron cortar ese hilo.


El asalto final a Puerto Argentino

Tropas británicas
Soldados británicos en un desembarco rumbo a Puerto Argentino
Los británicos estaban ahora en posición para montar la fase final del ataque a Puerto Argentino. Enfrentaban 33 grupos de soldados enemigos totalizando 8400 hombres, equipados con cañones pesados y amplio amunicionamiento, atrincherados en posiciones que venían fortificando desde hacía seis semanas. A pesar de que los argentinos habían sido pasivos hasta este momento, la perspectiva de tener que atacar con limitaciones de medios de movilidad y ni remotamente en capacidad como la que se supone debe poseerse para atacar en fuerza a un enemigo bien armado y atrincherado, distaba mucho de ser atractiva. Los británicos iniciaron su avance sobre Puerto Argentino con una serie de ataques nocturnos el 11 de junio, contra los montes Longdon, Harriet y Two Sisters, que componían la siguiente línea de alturas entre las posiciones británicas y Puerto Argentino. Alguna firme resistencia se encontró durante los ataques a los montes Harriet y Two Sisters, pero los británicos pudieron conquistar esas posiciones con mínimas pérdidas. El ataque a Monte Longdon encontró mucho mayor resistencia y los objetivos fueron alcanzados luego de feroz lucha y con muchas bajas. Luego se supo que Monte Longdon había sido defendido por una unidad de primer orden de Infantería de Marina que irónicamente había sido colocada inicialmente en esa posición por que los jefes de Ejército no la habían computado como unidad de primera línea. El plan original preveía mantener a los Infantes de Marina en reserva para la defensa de Puerto Argentino de ataques británicos desde el mar. Aunque los británicos nunca atacaron desde el mar, esa unidad nunca fue desplazada de esa posición inicial al oeste de Puerto Argentino.

La fase final del ataque británico comenzó al atardecer del 13 de junio con ataques nocturnos en la línea de colinas ubicadas en las proximidades y al oeste de Puerto Argentino. Los objetivos iniciales fueron Wireless Ridge y Tumbledown Mountains. Dada la superioridad de fuego británico y una defensa menos que decidida, Wireless Ridge sucumbió rápidamente. Pero Tumbledown Mountain cayó sólo luego de fieros combates que demostraron una vez más la indiscutible calidad del soldado argentino y la incapacidad de los británicos para prever esa clase de resistencia en alguna determinada acción. Poco después de que los británicos tuvieron éxito en la toma de Two Sisters, corrió la voz en la mañana del 14 de junio de que los argentinos estaban en retirada hacia Puerto Argentino.





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