El cañón del Tiger Ie, el KwK 36, era no sólo
muy preciso, sino tremendamente potente tanto en capacidad de
alto explosivo contra blancos blandos como por sus prestaciones
en penetración de blindajes. Por consiguiente el Tiger
no sólo era un carro de ruptura, pudiendo eliminar con
pocos disparos la oposición de cañones antitanque
enemiga, sino que podía hacer blanco y destruir carros
enemigos a distancias de 2000m.
El visor del Tiger Ie era, hasta abril de 1944,
el Turmzielfernrohr 9b, cambiando a la versión 9c a partir
de la fecha mencionada. El artillero podía seleccionar dos
aumentos, de x 5 y de x 2.5. A mayor aumento, menor campo de visión.
El giro de la torre era lento, circunstancia aprovechada por los
carristas Aliados, los cuales intentaban acercarse por los flancos,
con más de un carro maniobrando en pinza, para sorprender
al Pz. VI y eliminarlo a corta distancia, mientras otro carro lo
entretenía por delante. Esto obviamente, requería
una gran dosis de sangre fría y mucha suerte. Normalmente
se esperaban cuantiosas bajas acorazadas antes de poder siquiera
acercarse al Tiger.
Mucho se dijo sobre la movilidad del Tiger, pero esto se debe
a que el enemigo quiso presentar al Pz. VI como un Goliath torpe
y casi inmóvil. Esto no se corresponde con la realidad.
La velocidad del Tigre era mucho mayor que la de los carros pesados
(carros de infantería) británicos, y similar a la
de los carros pesados soviéticos. Un factor extremadamente
importante es la presión al suelo, ya que de ser excesiva
el carro corre grave riesgo de quedarse atascado en terreno blando.
Pues bien, esta presión al suelo, en el Tiger Ie, era muy
similar a la del carro medio americano M4A2 Sherman; lo que dice
mucho sobre la movilidad del carro alemán, 26 toneladas
más pesado.
El ancho de las orugas del Tiger Ie era de 725mm.
El Tiger en combate
El debut del Tiger Ie en combate fue en agosto de 1942, en las
cercanías de Leningrado, actual San Petersburgo. La 1.
Kompanie, del 502. Schwere Panzer Abteilung fue destinada a dicha
zona y constaba de cuatro Tiger Ie y cuatro Panzer III N, éstos
últimos como carros de apoyo y escolta a los Pz. VIe.
En esta acción, se perdió por primera vez un Tiger:
al quedarse atascado irremediablemente en los pantanos fue rellenado
de explosivos y destruido para impedir su captura por parte del
enemigo.
Michael Wittmann y su tripulación,
SS sPz.Abt. 101 Los anillos del cañón indican
los carros destruidos
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La conmoción que sufrió el Alto Mando soviético
al capturar por primera vez un Tiger Ie, a mediados de enero de
1943 fue tremenda. Simplemente no existían cañones
de carro del Ejército Rojo que pudiesen penetrar al Tiger
a distancias normales de combate y para mayor consternación,
su cañón de 88mm podía eliminar cualquier
carro soviético existente en ese momento. Esto también
se extiende a los Aliados occidentales, quienes tuvieron su primer
encuentro con el Pz. VI en Túnez, 1943.
Debido a la logística Aliada, que se enfocaba más
en la cantidad que en la calidad, sus ejércitos tuvieron
graves problemas tácticos allí donde el felino alemán
hacía su aparición; incluso en fechas tan avanzadas
como la primavera-verano de 1944.
Sólo a partir de estas fechas comienzan a llegar al frente
antídotos para el Tiger, en forma de cañones antitanque
y de carro más pesados, pero su número nunca fue
suficiente hasta llegado el otoño-invierno de 1944 y, a
estas alturas, la gran mayoría de los sPz.Abt. estaban
ya reequipados con Tiger II, conocido también como Königtiger.
Los Schwere Panzer Abteilungen eran usados teóricamente
como punta de lanza de ataques blindados, pero dada las circunstancias
del frente cuando el Tiger Ie comenzó a llegar a sus correspondientes
unidades, es decir, en el invierno de 1942-43, empezó a
emplearse más bien para contraataques locales. Esto le
valdría más tarde a los Schwere Panzer Abteilung
el apodo de “Feuerbrigaden” o brigadas de bomberos,
sobre todo durante las ofensivas soviéticas.