Nace la leyenda
El Panzerkampfwagen VI Tiger (literalmente carro acorazado de combate VI Tigre) es el carro más conocido de la Segunda Guerra Mundial. Su impacto en la moral de los Aliados fue tan grande, que una vez operativo todo carro alemán que detenía un avance enemigo, era reportado por los soldados rasos como posiblemente un Tiger.
Erróneamente, se suele pensar que el Tiger fue concebido
para contrarrestar la gran amenaza que suponían los excelentes
carros soviéticos KV y T-34. Esto no es real.
El estudio de diseños de carros pesados ya había
dado comienzo años antes de la invasión de Polonia,
pero los proyectos se aceleraron a partir de una reunión
con Hitler en mayo de 1941. Barbarossa comenzaría el
22 de junio del mismo año.
El tercer semestre de 1940, se encargó al Dr. Ferdinand Porsche el proyecto independiente de un carro pesado (VK 4501 P), pero no se le comunicó que cañón iba a ser montado en su creación, ya que esto fue decidido oficialmente recién en mayo de 1941 en una reunión con Hitler. Para impedir cualquier interferencia en el monopolio de cañones, la marca Krupp acuerda con Porsche el futuro montaje del KwK 36 (88/L56), cañón basado (y de casi idénticas prestaciones) en el Flak 18/36, famoso antiaéreo de 88mm., que ya había demostrado su valía como contracarro en la batalla de Arras, Francia, 1940. Luego se consagraría con el Deustches Afrika Korps (DAK) de Rommel.
Debemos saber también, que se hubo barajado la posibilidad de montaje de un cañón de 105mm (105/L47), pero fue descartado por el gran tamaño de la munición y la menor cadencia de disparo, entre otras cosas.
Pero Porsche no estaba solo, y el modelo rival era el VK 4501
(H) de Henschel.
Henschel había seguido un camino diferente, suponiendo
que el cañón adoptado iba a ser el Waffe 0725
de ánima cónica, pero según órdenes
de Hitler, este tipo de cañones no debía ser montado
en carros de serie, debido a que estos cañones debían
usar munición de tungsteno y no existía cantidad
suficiente. Por consiguiente, Henschel dedicó sus esfuerzos
posteriores a proyectar un bastidor para acomodar la torre que
Krupp había diseñado para el proyecto de Porsche.
El resultado fue el montaje de componentes disponibles de anteriores
proyectos de Henschel (VK 3001).
Las modificaciones menores del diseño de la torre para
poder montarla en el bastidor VK 4501 (H) fueron el motor de
giro de la torre, indicador de acimut, entre otros.
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Ambos diseños tenían ciertas diferencias. Porsche
escogió un sistema mixto gasolina/eléctrico, cuya
potencia era de 320 hp a 2.400 rpm, otorgados por dos motores
Porsche Typ 101/1 de 10 cilindros refrigerados por aire. La
cilindrada era de 15 litros, y ambos motores poseían
generadores eléctricos acoplados. Esta energía
eléctrica era transmitida a las orugas, una por cada
motor eléctrico. El peso del diseño de Porsche
era de 59t y podía alcanzar los 35 km/h.
El diseño de Henschel montaba la transmisión hidráulica
Maybach Olvar Typ 40 12 16, con 8 marchas hacia delante y 4
hacia atrás, más fiable que la de su competidor.
El motor elegido era el Maybach HL 210 P45, de 12 cilindros
en V, alimentado por gasolina y proporcionando 650hp a 3.000
rpm. El peso del modelo Henschel era de 57,8t.
En las pruebas preparadas para el cumpleaños de Hitler, el 20 de abril de 1942, el diseño de Henschel demostró ser superior, pero es correcto mencionar que ambos diseños tuvieron grandes problemas motrices. El modelo Porsche comenzó a dar graves problemas de motor y suspensión, pero básicamente y en general, el modelo Henschel daba menos problemas que su rival.
El gran felino entra en producción
Una vez escogido el diseño de Henschel, la producción
se inicia en junio de 1942, pero como ya había un pedido
de bastidores de la versión Porsche, éstos últimos
son convertidos luego en el famoso cazacarros pesado Ferdinand/Elefant.
Henschel poseía gigantescas instalaciones y podía
fabricar varios Tiger al día, ya que la empresa se dedicaba
a la construcción de maquinaria pesada.
Características
Dado el potencial del Tiger, las tripulaciones eran escogidas
con gran cuidado entre los carristas del frente y los que iban
saliendo de las Panzerschulen.
Este potencial estaba dado no sólo por el mortífero
cañón de 88mm, sino también por el grueso
blindaje que poseía el Pz.Kfw. VIe; con 100mm frontales
y 80mm laterales en casco y torre. Este blindaje, en estas fechas,
era inmune a todos los cañones Aliados a distancias normales
de combate, y sólo podía ser penetrado, a distancias
muy cortas, de aproximadamente 200m, mediante el uso de munición
subcalibrada de tungsteno. Esta munición, siempre escasa,
y mucho menos precisa, no tenía relleno de alto explosivo
alguno, por lo que una vez lograda la penetración, ésta
era mucho menos letal que los proyectiles perforantes normales.
Tácticamente,
esto significaba que los artilleros debían hacer blanco
varias veces para poder eliminar efectivamente un Tiger, una vez
acortadas la distancias, con el peligro que esto implicaba.