Introducción
Durante la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron muchas armas innovadoras, algunas más espectaculares que otras. Era el caso de las V2 alemanas. Un misil guiado con un alcance y cargas limitados. Su efecto era más bien psicológico, no obstante, las potencias aliadas enseguida se dieron cuenta de su potencial en caso de continuar desarrollándose esa tecnología. Científicos y militares estaban ansiosos por tener acceso a la misma y en cuanto tuvieron ocasión, se apoderaron del máximo de material y captaron o capturaron a cuantos científicos e ingenieros alemanes pudieron. Hay que señalar que en este aspecto a los estadounidenses les fue bastante mejor que a los soviéticos.
No había tiempo que perder. En White Sands – Nuevo México se estableció el White Sands Proving Ground donde se realizó el primer lanzamiento de una V2 el 16 de abril de 1946. A ese le siguieron numerosos lanzamientos donde se experimentaban diferentes aspectos y aplicaciones del motor de cohete, pero a pesar de haber capturado más de un centenar de V2, éstas comenzaron a escasear y hubo que diseñar su sustituto. Se necesitaba otro cohete de combustible líquido con unas prestaciones similares que permitiese continuar con los experimentos. Por el momento no se planteó su aplicación militar, por lo que se optimizó para lograr grandes alturas y velocidades. De estas necesidades surgió el RTV-N-12 Viking.
Aprovechando lo aprendido de la V2, el cohete se diseñó partiendo de algunos conceptos nuevos. Los dos más importantes fueron por un lado el uso de los depósitos de propelentes como parte de la estructura, ahorrando así peso en el chasis. Por otro lado, el control de actitud del misil recaía en una tobera pivotante que orientaba el flujo del motor de forma que el misil mantenía su actitud de vuelo. En la V-2 se recurría a los deflectores de flujo. Su primer lanzamiento se realizó en Mayo de 1949. Para ver un vídeo sobre como funcionaba en el Viking, pulsa aquí (0,8 Mb)
No obstante, el Viking se proyectó como un instrumento científico, pero lo que los militares buscaban era un misil capaz de transportar una cabeza nuclear a distancias intercontinentales (Más de 9.000 Km) logrando así atacar a la Unión Soviética sin necesidad de depender de terceros países como base para sus bombarderos o futuros misiles de más corto rango. Buscaban construir un ICBM o Misil Balístico Intercontinental.
El proyecto MX-774 (RTV-A-2 Hiroc)
El interés por desarrollar un ICBM creció enormemente a la vista
de los resultados obtenidos por las V2 alemanas y del futuro programa Hermes,
que englobaba todos los proyectos iniciados en torno a las V2 capturadas.
Lanzamiento del Bumper N�7 el 24 de Julio de 1950. Un proyecto
dentro del programa Hermes
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Para lanzar la bomba nuclear se perfilaron dos opciones; El ICBM y el misil de crucero. Varias empresas se apresuraron a iniciar proyectos para satisfacer la necesidad de las fuerzas armadas estadounidenses en lo referente a estos dos vectores de lanzamiento, entre ellas la Convair Corporation (Consolidated Vultee Aircraft Corporation). Tras recibir los primeros fondos para investigación de manos de las fuerzas armadas el 10 de junio de 1946 inició estudios sobre la viabilidad de ambos vectores, basándose en el material alemán referente a la V2 para el desarrollo de la opción consistente en el misil balístico. No obstante, la dificultad técnica que ofrecía éste hizo a muchas empresas volcarse totalmente en el misil de crucero, proyecto en el que lograron notables avances. Esto hizo que a finales de 1946 la Convair abandonase este vector al considerar que no podría competir con el resto de empresas teniendo éstas ya diseñados algunos modelos como el Snark (Northrop) o el Matador (Glenn L. Martin Company).
El 19 de abril de 1946 se inicia oficialmente el proyecto MX-774 con la firma de un contrato entre la Fuerza Aérea de Estados Unidos y la Convair, entregando la primera dos millones de dólares y comprometiéndose la segunda a entregar 10 misiles para pruebas de viabilidad de un futuro ICBM.
En una primera instancia se perfilaron 3 misiles diferentes; El MX-774 Diseño A apodado “Teetotaler” (Palabra inglesa para denominar una abstinencia total) ya que no quemaba alcohol como hacía su predecesora, la V2 y que consistía en un misil de crucero subsónico. El MX-774 Diseño B apodado “Old Fashioned” (Pasado de moda) por su gran semejanza con la V2. Finalmente estaba el MX-774 Diseño C apodado “Manhattan” ya que se preveía que pudiese llegar a ser un misil funcional con carga nuclear.
Karel J. Bossart en Cabo Cañaveral en el 59
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Datos técnicos del RTV-A-2 Hiroc:
- Altura: 9.63 metros
- Diámetro: 0,76 metros
- Envergadura de aletas: 2,08 metros
- Peso: 1.860 kg
- Velocidad: 3200 km/h
- Techo máximo: 65 km
- Propulsión: Motor de cohete de combustible líquido
XLR35-RM-1 de 35.5000 Newtons de empuje con 4 cámaras de reacción
RTV-A-2 Hiroc
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Ahí acabó la historia del proyecto MX-774, si bien, la Convair decidió proseguir las investigaciones a título privado durante dos años más invirtiendo unos 3 millones de dólares. Por otra parte, abundante material técnico fue traspasado a la Martin y a la Douglas para el desarrollo de sus respectivos misiles Titan y Thor, cosa que no entusiasmó en absoluto a la Convair a pesar de haber sido vendido el éste.