EL PANZERFAUST
Panzerfaust 30
Sin necesidad de llegar a ser probado en el campo de batalla, el Faustpatrone se demostró poco eficaz, y en base a las deficiencias percibidas en las pruebas, se procedió a realizar las pertinentes mejoras.
Por un lado se procedió a incrementar su capacidad contra blindajes
aumentando la cantidad de explosivos hasta los 1,59 Kg en una cabeza de guerra
mayor con 15 cm de diámetro. Esto le permitía penetrar hasta 200
mm de acero, y por tanto neutralizar a cualquier carro de la época, frente
a los 140 mm que permitían los 0,8 Kg de explosivos del Faustpatrone.
Estos estaban compuestos por la clásica mezcla militar de TNT y RDX a
partes iguales. Por otro lado, la punta del proyectil fue aplanada quedando
su frontal en forma de círculo de 5 cm de diámetro, lo que la
hacía más eficaz al impactar sobre superficies inclinadas al aumentarse
la superficie de contacto. La granada del Faustpatrone tendía a rebotar
o a explotar contra las superficies inclinadas de forma poco eficiente.
Comparativa de los proyectiles del Faustpatrone (Arriba) y Panzerfaust
|
La nueva granada mantenía la similitud del conjunto con el brazo y el puño cerrado, y ya definida su funcionalidad contra carros le hizo ganarse el nombre de Panzerfaust (Tanque-Puño). Su alcance no se mejoró, a pesar de incrementarse la carga de pólvora de 54 a 95 gramos, si bien su velocidad aumentó levemente. Esto se debe a que también aumentó el peso del proyectil hasta los 2,9 Kg aumentando también sus dimensiones. Además era menos aerodinámico y hubo que incrementar el tamaño de las aletas estabilizadoras. Al mantener por tanto el alcance de 30 metros su denominación fue la de Panzerfaust 30, si bien en un principio se le denominó oficialmente Faustpatrone II. La nueva denominación de Panzerfaust también alcanzó a su predecesor, que curiosamente continuó fabricándose hasta 1945 y que adoptó el nombre de Panzerfaust 30 Klein (Pequeño) o también Faustpatrone Klein.
Entró en producción de forma simultanea con el Faustpatrone, aunque más orientado a su uso práctico, pero también con la misión de ser evaluado en el mejor laboratorio de pruebas, el campo de batalla siendo operado por soldados.
Su rudimentaria mira consistía en
un alza
complementada con una referencia
visual en la granada para
apuntar,
estando ajustada para disparos a 30 metros.
Con este tipo de proyectil cuyo disparo distaba mucho de ser tenso dada su escasa
velocidad y pobre aerodinámica, era vital una estimación de la
distancia para lograr hacer blanco.
Proyectil y lanzador del Panzerfaust 30. Su rudimentaria mira ayuda a distinguirlo del resto de modelos
|
Para marzo de 1943, el doctor Langweiler estimó que los logros alcanzados
en el diseño eran suficientes como para mostrar las virtudes del arma
a los militares y así lo hizo con integrantes del WaffenAmt 2 (Departamento
de armas para infantería), que mostraron su beneplácito antes
las capacidades contra objetivos blindados. Iniciandose du producción
seis meses más tarde, se mantuvo en la línea de montaje durante
un año hasta la llegada de su sustituto.
1.-Carcasa 2.-Explosivo 3.-Carga hueca 4.-Espoleta 5.-Unión con la cola 6.-Cola de madera
7.-Tubo lanzador 8.-Pólvora 9.- Mira
|
Panzerfaust 60
El Faustpatrone se envió al frente Este como modelo de evaluación, y asimismo se hizo con el Panzerfaust 30 que demostró unas prestaciones mejores. No obstante, los soldados que lo manejaron se mostraron bastante disgustados con éstas armas. Por ello, en base a las solicitudes de sus operadores, se aplicaron mejoras al Panzerfaust 30 que dieron lugar al arma ya totalmente funcional.
Su principal queja se refería al limitado alcance, ya que a 30 metros
tenían pocas posibilidades de ocultarse del fuego del armamento defensivo
del carro y sobre todo de los jinetes de carro o de la infantería que
los acompañase, cuyo campo visual era mucho mayor. El objetivo fue doblar
la distancia efectiva y para lograrlo se introdujeron algunos cambios. La cantidad
de pólvora se aumentó hasta los 134 gramos y para desalojar la
gran cantidad de gases generados se mostró idóneo un tubo con
un diámetro incrementado hasta los 5 cm. Todo esto lanzaba la granda
de 3,06 kilogramos a 45 m/s lo que permitía alcanzar el objetivo a 60
metros y por otra parte mejoraba la precisión, sobre todo contra blancos
en movimiento.
Panzerfaust 60
|
La granada manten�a los 1,59 kg de explosivos, pudiendo atravesar 200 mm de blindaje con un ángulo máximo de 30º (Cuanto más perpendicular sea el impacto, más blindaje se puede traspasar, de ahí los diseños de carros con superficies inclinadas. Evitan impactos perpendiculares). Para garantizar la seguridad al operar con semejante cantidad de alto explosivo, la espoleta de detonación se mantenía desarmada en todo momento, armándose solamente tras disparar la granada, concretamente al recorrer ésta 5 metros. Esto se lograba mediante un seguro de armado inercial. Consiste en un dispositivo sensible a las aceleraciones, que armaba la espoleta tras el empujón que imprimía el lanzamiento.
Otra queja se refería a las deficiencias del sistema de puntería. Para remediar esta carencia se incluyó una mira más capaz y graduable a las distancias prefijadas de 30, 60 y 80 metros. En este tipo de armas, las distancias efectivas se refieren a la distancia máxima de lanzamiento en la cual se puede hacer blanco con ciertas garantías contra el objetivo para el que fueron diseñadas. No obstante, las granadas pueden recorrer mucha más distancia en detrimento de la precisión. Un ejemplo es su uso dentro del combate urbano o en el asalto a edificaciones. El Panzerfaust 60 se mostró eficaz como granada de demolición contra muros, permitiendo desproteger así al enemigo sin necesidad de acercarse demasiado a un edificio del que sin duda partirían numerosas balas contra el zapador encargado de aplicar una carga de demolición. Es evidente que el carácter estático de una construcción y sus grandes dimensiones no requerían de grandes precisiones, permitiendo atacarlas a distancias superiores a los 60 metros.
Acoplado a la mira se encontraba el disparador. El conjunto estaba dispuesto
de forma lineal con el tubo lanzador para facilitar su manejo y operación
y a pesar de poseer la clásica empuñadura de las armas, permitía
disparar sin afectar lo más mínimo a la puntería. Su activación
hacía que el percutor iniciase el fulminante que a su vez iniciaba la
carga de pólvora. Para prevenir que esto ocurriese de forma accidental
se incluyó el seguro de transporte consistente en un pasador que bloqueaba
el disparador y que además mantenía el proyectil sujeto al tubo
lanzador. Su retirada, antes del disparo, permitía este y la libre salida
de la granada.
Panzerfaust 60 con la mira desplegada y el seguro de transporte quitado
|
Una importante medida de seguridad al operar con el Panzerfaust, en cualquiera de sus modelos, era la de prevenir que el rebufo emitido por la salida trasera del tubo hiriese o matase a alguien. Por tanto, para operarlo era necesario que nadie se colocase detrás y se recomendaba no acercarse a menos de 10 metros, siendo catalogado como mortal el efecto del rebufo a 3 metros o menos. Por otro lado, el tirador también tenía que cuidarse de disparar
Ensamblaje del detonador
|
Todo esto hizo que el Panzerfaust 60 se convirtiese en un arma totalmente funcional y muy apreciada por los soldados, siendo la más utilizada para la labor anticarro y obteniendo numerosas bajas entre el enemigo, sobre todo en el frente Este, donde la abundancia de carros soviéticos era enorme y los carros alemanes se vieron superados en número. Como muestra de la eficacia del Panzerfaust, existen referencias de los predecesores del modelo 60 en su actuación en este frente, durante la derrota de las tropas alemanas y su retirada hacia Alemania a principios de 1944. El Panzerfaust 30 y el Faustpatrone se mostraban bastante eficaces dentro de los combates urbanos, donde se disponía de bastantes escondites y los carros eran muy vulnerables. Sobre todo, en su retirada de las ciudades ante asaltos soviéticos, durante los cuatro primeros meses de ese año se neutralizaron en torno a 260-270 carros enemigos, lo que le encumbra como una de las principales armas de infantería anticarro.
La producción del Panzerfaust 60 se inició en septiembre de 1944 y duró hasta el final de la guerra, llegando a producirse 1.300.000 unidades solo durante diciembre de 1944.
Las altas producciones se debían a la necesidad de equipar a numerosos cuerpos del ejército alemán y otras fuerzas menos usuales como era el Volkssturm, creado en septiembre de 1944 y que lo formaban personas de entre 16 y 60 años que pudiesen empuñar un arma. Su misión era repeler el avance aliado dentro de suelo alemán, y en este contexto, la combinación de civil combatiente armado con Panzerfaust alcanzaba el máximo exponente de economía/resultados. Un joven de 16 años con un arma bastante económica podía dejar fuera de combate a un caro carro de combate y a su tripulación habiendo recibido un entrenamiento mínimo o nulo.
Hay que hacer hincapié en esto último y es que el Panzerfaust
estaba diseñado para ser muy simple en su uso. Por otro lado, para facilitar
su operación por usuarios no entrenados, incluía en el proyectil
una etiqueta con su alcance e instrucciones de uso. También en el tubo
se advertía visiblemente sobre el peligro que entrañaba el rebufo
generado y el botón de disparo estaba rotulado como tal.
Intrucciones de armado en la granada de un Panzerfaust 60
|
Traducción de las instrucciones;
1. Quite la granada
2. Colóquela verticalmente e introduzca la Zündladung 34 (Fulminante)
de forma que sea visible el papel
3. Introduzca el detonador de forma que la cavidad enfrente al papel
4. Vuelva a colocar la granada
5. La cubierta de papel del final del tubo debe permanecer ahí cuando dispare