Primeros pasos
A diferencia de otros países, EEUU no tuvo mucho contacto con la tecnología de los cohetes hasta bien entrado el siglo XX. Los utilizó por primera vez en la guerra contra México en 1847. Eran los cohetes Hale (Diseñados por William Hale) de procedencia británica. No obstante, no tuvieron mucho éxito dado la mayor eficacia del cañón. No fue hasta 1926 cuando se produjo un notable impulso a la tecnología de estos aparatos de mano de Robert H. Goddard, quien había construido el primer motor de combustible líquido. No obstante, este hecho no cambió nada fuera del entorno de Goddard ya que a causa de su timidez y algún tropiezo con la prensa que años antes lo tachó de loco al publicar sus teorías, no publicó nada hasta pasados 10 años. En cambio, en Alemania, la publicación del libro de Herman Obert sobre cohetes y sus aplicaciones en 1923 desató una “moda” por el tema creándose multitud de asociaciones dedicadas a su construcción. De éstas salieron algunos de los responsables del programa de misiles alemán con las consecuencias que ya conocemos.
Volviendo a EEUU, si bien Goddard no dio a conocer sus descubrimientos y desarrollos, si que continuó trabajando en el revolucionario motor logrando cada vez diseños más complejos. Lamentablemente, era bastante introvertido y no aceptaba colaboración de nadie, salvo de un selecto grupo de mecánicos contratados por él. Esto le limitó bastante, hasta el punto de que en 1941, se rindió ante los fallos de su más reciente diseño abandonando sus investigaciones y pasando a trabajar en el desarrollo de cohetes para el despegue de aviones de la marina.
A pesar del retraso frente a Alemania en lo referente a investigación sobre cohetes, finalmente en 1936 se creó en Pasadena - California un grupo de jóvenes con un interés común, los cohetes. Auspiciados por el Instituto Tecnológico de California, comenzaron sus experimentos. Podría decirse que fue entonces cuando EEUU inició su programa de misiles balísticos, aunque por aquella época no se contemplaba ese uso. Allí contaban con Theodore Von Karman, director del laboratorio aeronáutico Guggenheim. Liderando el grupo se encontraba Frank Malina, de 24 años. Establecieron su campo de pruebas en los montes de Pasadena y allí desarrollaron sus diseños libremente hasta junio de 1941, fecha en la que el presidente Roosevelt creó el Comité de investigación para la defensa nacional, aunando en él todas las investigaciones sobre cohetes y pasando éstas a un ámbito militar.
Frank Malina junto al WAC Corporal
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Llegan los alemanes
Los frutos de la Operación Pisapapeles, la cual consistió en la
captación del máximo número posible de científicos
alemanes, pusieron las cosas fáciles a EEUU. Tras la conquista de Alemania,
un buen número de científicos emigró a este país
gracias a la posibilidad de continuar sus investigaciones en un entorno bastante
favorable, al menos más que el que ofrecía su país destruido
o la URSS. Al carecer de alternativas, a pesar de ir libremente, los científicos
se autodenominaron POP, prisioneros de paz. Entre ellos estaba Werner Von Braun,
principal artífice del programa de misiles alemán que llegó
a White Sands en Enero de 1946, y 20 de sus colaboradores. Junto con los científicos,
también viajaron un buen número de planos, piezas y más
de 100 V2 terminadas.
Werner Von Braun junto a una de las V2 capturadas
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Tras hacerse con el material y los científicos se pusieron en marcha rápidamente y comenzaron las pruebas con el nuevo misil, realizándose el primer lanzamiento el 16 de Abril de 1946. Dado que estos fallaban a veces y su mortal carga de propulsores (Obviamente se prescindía de la carga bélica), se construyó una gran estructura blindada de hormigón en el White Sands Proving Ground cuyo techo tenía un espesor de 8 metros y que podía resistir el impacto directo de una V2. Aunque por suerte no llegó a probarse su resistencia, las V2 capturadas protagonizaron algunos incidentes relacionados con la pérdida de control, como la que se estrelló en el cementerio de Juarez, dentro de México. Este incidente provocó una demora de 6 meses sin ningún lanzamiento, retrasando aún más el programa, sobre todo respecto al programa soviético. Los primeros experimentos y pruebas consistían en lanzar las V2 cargadas con diferentes instrumentos para realizar diversas mediciones. Entre ellos uno realizado en octubre de 1946, donde se instaló una cámara dentro del misil y en cuya filmación se apreciaba por primera vez la
Ojiva blindada recuperada tras estrellarse contra el suelo
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