Introducción
El “Maus” es un tanque pesado creado por los alemanes durante la 2ª Guerra Mundial, donde se investigó su desarrollo desde 1941 hasta el verano de 1943, cuando pasó del estado de preproducción y prototipo, a ser un carro de combate real.
Al comienzo de la 2ª Guerra Mundial, los alemanes no tenían una gran fuerza acorazada, dado que los Panzer I, Panzer II y Panzer III no eran más que 2 tanques ligeros, junto con 1 medio. Más adelante, con la creación del Panzer IV, otro tanque medio, los alemanes enseñaron a conciencia las instalaciones militares a los rusos, quienes no se creían que el mejor tanque del que disponía Alemania fuera el Panzer IV.
Con el ataque a Rusia en la llamada “Blitzkrieg” (Guerra Relámpago), los alemanes se tuvieron que enfrentar a los carros soviéticos, a los cuales subestimaron en un principio, pero de los que aprendieron y dieron comienzo varios proyectos como el Tiger, Panther o el Maus. Sin duda alguna, la protección de los T-34 o los KV-1 y KV-2 dieron a Alemania la idea de construir una serie de “supertanques” indestructibles que les daría la victoria sobre sus rivales. Guderian fue uno de los impulsores de los acorazados terrestres, en los cual ponía todo su empeño para sacarle el máximo jugo.
Maus
Hitler propuso a Porsche la creación de un tanque superpesado y le proporcionó
un contrato para la construcción de un carro que se llamaría finalmente
Maus (su nombre fue una ironía hacia su gran volumen). De ahí
salieron varios proyectos diferentes, aunque algunos como el Lowe no llegó
a ser terminado nunca. Otro proyecto fue la creación del carro de combate
“Mamut” (Ma mmoth), que pasó a llamarse “Pequeño
Ratón” (Little Maus) y finalmente Ratón (Maus).
Lateral del Maus
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Las características que se buscaban para el Maus eran protección y destrucción. La segunda característica era relativamente fácil de hacer, pero la protección para el carro era bastante complicada. Se pensó en un carro de unas 120 toneladas, que finalmente terminó por pesar alrededor de 180. Hitler quería un Panzer que pudiese cargar al menos 100 proyectiles, pero nunca los pudo tener dado el enorme espacio que ocupaban y enorme aumento de peso que ello suponía.
El principal problema era conseguir un motor que pudiera mover esta mole de acero, que además debería ser indestructible al fuego enemigo. Como es sabido, cuanto más blindaje, más potencia de motor y mayor tamaño del carro. Este problema estuvo presente durante toda la etapa de producción.
El armamento del Maus fue puesto en manos de Krupp. La primera propuesta para el armamento fue un cañón de 150 mm L740, con una ametralladora pesada de 20 mm. Luego se optó por un cañón de 128 mm L/50 con mayor alcance y velocidad que el primero. Todo este armamento requería que la tripulación habitual de 4 hombres fuese incrementada a la cifra de 6.
En enero de 1943, Hitler decidió que llevara un cañón
de 128 mm y otro de 75 mm. Con estos calibres, el espacio de la munición
fue otro problema más dentro de todos los anteriores. El almacenamiento
de munición de hasta 170 mm (entre otras propuestas) suponía un problema
y aportaba todavía más peso. Se esperaba una producción
de unas 5 unidades por mes, pero finalmente no se pasó de 1 única
unidad creada.
Armamento del Maus. Cañones de 75 y 128 mm
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El motor empleado para mover las 188 toneladas del carro fue un Daimler-Mercedes Benz MB 509 de 1080CV de 12 cilindros (hecho para la aviación), donde las estimaciones daban por hecho que podría alcanzar una velocidad de 20km/h. Desgraciadamente, la velocidad máxima conseguida no pasó de unos insignificantes 13km/h, lo cual hizo que para mover esta moles hiciesen falta otros medios de transporte, tales como trenes adaptados.
La autonomía era de solo unos 180km, contando con una capacidad de 2.700 litros + 1.500 litros en reserva. Otro defecto de esta bestia era su gran tamaño, que se convertía en un blanco fácil (de ahí la gran necesidad de un gran blindaje), con una longitud de 10,09m de largo, 3,67 metros de ancho y 3,63 metros de alto.
La suspensión del carro fue otro de los añadidos a la gran lista. El sistema de suspensión tenía que aguantar el alto tonelaje y al mismo tiempo ser lo más fiable posible, lo cual era complicado y costoso al mismo tiempo. Se estimaba que si un Maus se averiaba, se necesitarían 2 más para remolcarlo, lo cual, dada la velocidad máxima que poseían, significaría el abandono del aparato por completo.
Vista posterior del Maus
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