Introducción
Las armas nucleares representan el máximo exponente de la capacidad de destrucción que el ser humano ha desarrollado. En la evolución tecnológica bélica, ningún salto es comparable al que se dio con el desarrollo de éstas. Ningún arma cambió tanto las cosas ni las cambió tan poco al mismo tiempo. Por un lado, supusieron una revolución que obligó a generar millares de nuevas estrategias y planteamientos, pero por otro, solo se usaron una vez y al ver sus efectos, muchos las quisieron y desarrollaron, pero nadie volvió a usarla. Desde entonces, muchas guerras ha habido, pero a pesar de disponer algunos de los contendientes de éstas, solo utilizaron armamento convencional. Y es que su capacidad de destrucción, las aleja mucho y en varios aspectos del concepto convencional.
En este artículo pretendo explicar el funcionamiento de estas armas en torno a las cuales gira toda una sección de la web, que es una muestra más de su relevancia. No obstante, procuraré no profundizar demasiado en aspectos de física ciñéndome principalmente a los temas técnicos de diseño y funcionamiento. Aun así considero necesario el conocimiento de algunos conceptos de física nuclear (Bastante simples y de fácil asimilación) que expongo en este anexo (Ir al documento) para la total comprensión del artículo. Sin embargo, si ya posee estos conocimientos, o simplemente no le interesan, puede continuar a partir del segundo epígrafe sin que esto vaya a suponerle dificultades en la lectura del resto.
ARMAS NUCLEARES DE FISION
El 6 de enero de 1939 Otto Hahn y Lise Meitner llevaban a cabo la primera fisión nuclear intencionada de forma artificial, corroborando todas las teorías anteriores que ya le auguraban un enorme poder destructivo si se aplicaba a fines bélicos. Quedando patente que el fenómeno de la fisión era posible, algunos países se lanzaron a desarrollar las teorías referentes a fines destructivos, pero ese tema ya ha sido tratado en este otro artículo; Historia nuclear
Para que se diese la explosión nuclear, bastaba con reunir una masa supercrítica de material fisible e introducir en ella neutrones que iniciasen la reacción en cadena. Parece fácil, y realmente lo es. El problema era que todo debía hacerse con una precisión sin precedentes. Por otro lado, nunca se había hecho antes, por lo que no podía darse nada por seguro. Como ejemplo, bastaría comentar que en el momento que comienzan las reacciones en cadena, la masa de material fisible se expande, por lo que se pierde la masa supercrítica y las reacciones en cadena se cortan, no fisionándose ya más material. Todo ocurre muy deprisa.
1 - Ensamblaje de cañón
Un arma nuclear debe ser segura, de forma que no exista riesgo de detonación accidental antes de que deba explotar. Esto podría dar lugar a la destrucción de la ciudad o zona donde se esté fabricando o almacene. Esto supone un problema. El material fisible de la bomba no podía almacenarse en cantidades superiores a la masa crítica. Esto es por que al tratarse de material radiactivo (Todo átomo con más de 83 protones en su núcleo lo es) sus núcleos se rompían de forma aleatoria pudiendo emitir neutrones que iniciasen la reacción (Desintegración). Cuando los bloques de material tienen una masa inferior a la crítica, se les denomina masas subcríticas. La idea inicial para desarrollar un arma nuclear fue la de unir 2 masas subcríticas que en conjunto darían lugar a una supercrítica.
1.1 - Cañón, objetivo y proyectil
Little Boy
|
Uranio enriquecido
|
Para esta bomba se recurrió al U-235 como material fisible. En aquella época, hacía poco tiempo que se habían iniciado los procesos de enriquecimiento de uranio, y dado el bajo porcentaje de U-235 contenido en el uranio extraído en minas, reunir tal cantidad se hizo realmente difícil. Se disponía de 50 kilogramos de uranio enriquecido al 89% (89% de U-235) y otros 14 enriquecido al 50%. Para el proyectil se usó únicamente el enriquecido al 89%, ya que para maximizar la eficacia del arma, el más puro ha de estar en el centro, mezclándose el resto para la pieza/objetivo.
1.2- Iniciador de neutrones
Bomba de fisión W-9, un obús de artillería de 280 mm
|
Un inconveniente de este tipo de iniciador es que la vida media para el Po-210 es de solo 138 días. Al ser un elemento radiactivo, que es la característica que se aprovecha en este caso, en cada desintegración van desapareciendo los átomos de Po-210 habiéndose transformado en otro nuevo elemento. En el caso del Po-210, significa que tras 138 días, una muestra de este material que originalmente era pura, solo la mitad de su masa corresponderá a Po-210, mientras que la otra mitad será el nuevo elemento producido. Es por esto que más adelante se desarrollaron otros métodos que luego veremos.
Realmente, en Littel boy no era necesario iniciador alguno, a pesar de que a última hora, se decidió colocar 4 al final de la estructura que alojaba la pieza/objetivo. Esto se debe a que en el contexto de las armas nucleares, la creación de la masa crítica es lenta ya que desde que entra, el proyectil solo emplea 0,53 milisegundos en alojarse completamente en el objetivo y 1,35 milisegundos en iniciarse el bombardeo de neutrones (El iniciador de berilio/polonio aducía el defecto de ser un poco lento) y el mantenimiento en ese estado es largo, por lo que los neutrones liberados por el U-235 de forma aleatoria por su desintegración hubiesen bastado para iniciar la reacción en cadena. Los iniciadores se incluyeron para garantizar la detonación, ya que el ensamblaje de cañón se consideraba infalible y no iba a ser probado antes de su lanzamiento, no obstante, las posibilidades de no detonar sin que se incluyeran éstos, eran tremendamente bajas.
Este tipo de iniciador fue ampliamente utilizado, si bien existe otra posibilidad
que consiste en el tubo de pulso de neutrones. Este artefacto contiene en su
interior elementos de núcleos ligeros como el deuterio o el tritio que
pueden fusionarse y así lo hacen cuando se introduce un pulso corto de
alta tensión generando así neutrones. Las ventajas de este sistema
son la precisión que ofrece al trabajar con energía eléctrica
y la gran intensidad en número y flujo de neutrones que permite separarlo
del material fisible para adaptarse a la arquitectura de la bomba sin que eso
implique que estos no lleguen al mismo.
Tubos de pulso de neutrones para la cabeza W-76, que equipa a los misiles de lanzamiento submarino Trident
|